Perlora es un complejo turístico fundado en 1954 durante la dictadura de Francisco Franco. La denominada Obra Sindical de Educación y Descanso promovió esta ciudad sindical de vacaciones en el norte de España siguiendo un modelo que recuerda otros de inspiración soviética. Ubicada en la costa central asturiana, en el municipio de Carreño, Perlora se inauguró en un área verde de 20 hectáreas al lado del mar Cantábrico, con cuatro pequeñas playas con acceso directo. Un total de 274 viviendas individuales, en una o dos plantas, todas ellas sin cocina, se alquilaban a familias de trabajadores durante el periodo de verano. Las instalaciones se completaban con comedores, salones de baile y esparcimiento, una iglesia y otras dependencias. Después de la llegada de la democracia, en 1982, la administración pasó al Principado de Asturias. En la actualidad el complejo se encuentra cerrado, en un estado de tiempo detenido más que de abandono, mientras atraviesa un limbo administrativo y jurídico. Mi familia materna, al igual que otras que vivían de la explotación del carbón en las minas asturianas, veraneó varias veces en el lugar. En los relatos familiares hay recuerdos asociados al sitio. No hay fotos. Fue el lugar donde mi abuela pasó el último verano meses antes de morir. El buen tiempo no está nunca garantizado en Asturias. Tampoco en Perlora.